Se nos ha ido Anselmo, aquel chiquillo al que todos admirábamos por sus espaldas anchas y su afán deportivo, que sabíamos que se hacia las pesas con latas de cemento fresco puestas a secar, aquel magdaleno que ponía su corazón y su alma tocando el tambor, o aquellas reuniones que hacíamos en Navidad en los chiringuitos que organizábamos los amigos, o como gerente de la cooperativa o …..
Este inicio de año 2014 siento un vacio inexplicable, no, la verdad es que no trataba a diario con Anselmo, es más que pasábamos años sin vernos porque la vida se ha empeñado en ponernos lejos, pero no lo suficientemente lejos para no saber el uno del otro, aun así, tengo frio en el alma y siento su pérdida, es algo visceral que no tiene demasiada explicación, pero que está ahí.
Y tú, sin sombra ya, duerme y reposa, larga paz a tus huesos…
Y aquí dejas a Paqui, a tus hijos, a tus hermanos y amigos tremendamente tristes. Si, sabiendo que todos seguiremos el camino que tu inicias, pero un poco perdidos sin saber qué camino tomar y lamentando inmensamente tu pérdida