A finales de los años ochenta se inició la reforma de la Plaza de la Constitución. Lo que inicialmente podría haber sido una modificación poco agresiva con la imagen histórica del popular Paseo de Baena, fue el comienzo de una transformación sustancial de este espacio. Primero se edificó un nuevo ayuntamiento, que acabó con la clásica monumentalidad de las Casas Consistoriales que había consolidado Mateo Gayá.
Después llegó el cambio superficial de la plaza, que aún permitía el giro completo de los vehículos. El cambio definitivo se produjo con la construcción del aparcamiento subterráneo, que se unió a otros dos que se edificaron en la Plaza Palacio y en el Paseo de Guadalupe. Este equipamiento suspendió definitivamente el giro completo en la plaza.
Las imágenes que mostramos corresponden al proceso inicial de la reforma y fueron realizadas por Miguel Párraga, que fue perito en el Ayuntamiento de Baena y en la actualidad trabaja en el Ayuntamiento de Nueva Carteya. En las fotografías observamos el comienzo del desmontaje de la Plaza de la Constitución. Todo sería muy distinto en la estructura del Paseo a partir de entonces. Se modernizó la plaza, pero se generó un amplio debate sobre el resultado final.
Comentario: F. Expósito.