BAENA, SOLAR DE REYES Y EMPERADORES

El cronista oficial de Baena, don Manuel Horcas Gálvez, publica hoy un interesante artículo en el suplemento de feria de ‘Diario Córdoba’. Horcas Gálvez analiza la ascendencia baenense del Rey Fernando de Aragón, casado con Isabel de Castilla. A continuación reproducimos el texto íntegro del artículo publicado en el periódico cordobés:

«BAENA, SOLAR DE REYES Y EMPERADORES
Cuenta el Abad de Rute (Historia de la Casa de Córdoba, pág. 209) que el duque Don Gonzalo, tercero del título de Sessa, heredado de su abuelo el Gran Capitán, hombre de natural ingenio y gran erudición, “decía oyendo a otros grandes señores preciarse mucho de sus linajes y reducir el origen de ellos a Reyes de Asturias, León, Navarra, etcétera: No aber llegado a su noticia que su casa, por el apellido de Cordova, descendiese de Reyes algunos; enpero que sabia bien, que oy los Reyes de España descendían della.”
De las cuatro ramas del linaje de los Fernández de Córdoba (Señores de Aguilar, Alcaides de los Donceles, Señores de Montemayor y Señores de Baena), la primera se consideró como la primogénita. Ésta se configura definitivamente con Gonzalo Fernández, artífice del Señorío de Aguilar.
Junto con sus hijos, Gonzalo Fernández acompañó a Juan I en la desgraciada campaña de Portugal, resultando herido en la batalla de Valverde de Mérida, y falleciendo al día siguiente.

Su tercer hijo, Diego Fernández de Córdoba tuvo una larga vida, que se desarrolló bajo los reinados de Juan I, Enrique III y Juan II.
Habiéndose distinguido por sus cualidades militares y su valor en la guerra de Portugal, Juan I le concedió título de Mariscal de Castilla. Y unos meses después le hacía merced del Señorío de la villa de Baena. Pero sus habitantes no lo admitieron de buen grado, y lo rechazaron por la fuerza, por lo que el rey hubo de revocar la donación.

Nuevos servicios a la Corona hicieron que el nuevo rey Enrique III recompensara al Mariscal en 1394 con la confirmación en el Señorío de Baena. Esta vez los vecinos de Baena elevan un Memorial al rey, haciendo patente su fidelidad a la monarquía, el valor estratégico de la villa y su deseo de seguir perteneciendo a la Corona, protestando de tal medida. Ante las razones expuestas en el memorial, Enrique accede a la anulación.

En 1401 Enrique III confirma la donación de Baena al Mariscal D. Diego. En contraste con los dos intentos fallidos, ahora éste ocupa la villa por las armas, pero sin efusión de sangre, pues el Alguacil mayor Juan Pérez de Valenzuela, su principal oponente, había salido de Baena, sacando “casualmente” de ella a todos los hombres útiles para las armas, con el pretexto de una campaña en tierra de moros. Y también se había pactado que Valenzuela siguiera conservando todos los cargos que había venido desempeñando en el gobierno de la Villa, celebrándose el matrimonio del hijo mayor de Valenzuela con una nieta del Mariscal.

Así se inicia en Baena el Señorío de la familia Fernández de Córdoba, siendo el Mariscal su primer titular. Casó dos veces el Mariscal y de ambos matrimonios tuvo sucesión. Fue el primero con doña Sancha de Rojas, señora de Poza y otros lugares. De todos sus hijos los dos mayores fueron:
I. El primogénito, Juan Rodríguez de Rojas, que heredó el apellido, con las armas de su madre, el señorío de Poza y el resto de su hacienda.
II. Pedro Fernández de Córdoba, para quien fundó el Mariscal el Mayorazgo de Baena, y quiso que le sucediese en sus posesiones andaluzas, con el apellido de Córdoba, siendo por tanto segundo señor de Baena.
Contrajo después segundo matrimonio con Doña Inés de Ayala, señora de Casarrubios del Monte y de Pinto. De esta señora tuvo el Mariscal a Doña Marina de Córdoba y Toledo, la cual fue también señora de Casarrubios del Monte, herencia materna. El Mariscal su padre la casó con D. Fadrique Enríquez, Almirante de Castilla, segundo de los de esta casa. Este almirante jugó un destacado papel en las luchas nobiliarias del reinado de Juan II de Castilla contra la política del valido D. Álvaro de Luna, con fortuna varia, actitud que continuó bajo el reinado de Enrique IV. Tuvieron por hija a Doña Juana Enríquez de Córdoba.

En esas luchas civiles de Castilla también se distinguieron los infantes de Aragón. Precisamente la consecuencia de un pacto político entre ellos fue el matrimonio de Juana, la hija del almirante y nieta del Mariscal, con uno de ellos, que era por entonces rey consorte viudo de Navarra.

Al morir Alfonso V de Aragón, pasó a sucederle su hermano el rey de Navarra, que sería conocido como Juan II, junto con su esposa la reina Juana. Poco antes había nacido el primer hijo de este matrimonio que recibió el nombre de Fernando, y que estaba llamado a gobernar como rey de Aragón.

A la reina Juana le tocó vivir tiempos muy difíciles en Aragón, demostrando una gran energía al defender los derechos de su hijo. Fue un gran apoyo para su marido, al que ayudaba desde que quedó ciego. Trasladada a Cataluña, se vio envuelta en las discordias civiles, llegando a ser sitiada en Gerona.

Doña Juana fue una de las personas que apoyaron la unión de su hijo Fernando con Isabel de Castilla, matrimonio conocido universalmente como los Reyes Católicos, que ella no llegó a ver por haber muerto unos meses antes.

Descienden, por tanto, en línea directa del Mariscal su nieta Juana, reina consorte de Aragón, y su biznieto Fernando el Católico, quien por cierto, a pesar de ser el rey de Aragón, era más castellano que su esposa, pues en él todos los linajes que confluían eran de Castilla, al tiempo que Isabel tenía sangre portuguesa, e incluso inglesa.

A través de la descendencia de los Reyes Católicos, su estirpe se extiende por Europa, dando lugar a través de Carlos I a la sucesión real en España. Como éste fue también emperador de Alemania y transmitió la corona imperial dentro de su familia (su hermano Fernando), la línea directa de los Fernández de Córdoba, en su rama familiar de Señores de Baena, estará también en la raíz de la dinastía imperial alemana.

Termino tomando de nuevo las palabras del Abad de Rute, “De suerte que del Mariscal Diego Fernández, Fundador 1.° y Sr. de la Casa de Vaena, tienen sangre tantas venas reales de Emperadores, Reyes, Archiduques, los Príncipes mayores del mundo gloriándose con razón esta casa”. (Abad de Rute, 239)».

Genealogia F el Catolico

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