REGRESO A TORREPAREDONES (Virtus Iulia Ituci)
Incluimos a continuación este bello poema sobre Torreparedones, escrito por el poeta baenense José Antonio Santano.
El amigo se ha de tener en el alma: éste no está
jamás ausente; ve cada día a quien quiere.
Séneca.
a José de Miguel
Ven, amigo, vuelve a esta tierra donde la luna
aviva el fuego de la pasión y los deseos,
vuelve a la raíz, aquí donde Dionysos quiso
bautizar con vino los deseos de eternidad
y Atenea sembrar de infinitos olivares.
Deja que te acompañe hasta el mismo promontorio
de la ciudad antigua de Torreparedones
-sepulta y bella Ituci- y que mis ojos te guíen
hasta las entrañas de su vasta soledad.
Seamos comunión, profundo y fraterno abrazo,
bebamos de la romana fuente los secretos,
las voces doloridas de otras guerras y luchas;
hablemos de todo lo divino, y de lo humano,
busquemos en la piedra y los metales la luz
de la palabra, el amor, la liturgia del beso.
Como la vida misma es la tierra que pisamos
a un tiempo vetusta y marmórea, lozana y cálida;
olimpo y sepultura de los hombres, bodega
y alacena, solar de soledades y ensueños.
Hasta su cima caminamos, entre olivos
que son humanos dioses, arcángeles fugaces;
arriba, el sol eternizándose en la campiña,
en el cielo que derrama su azul de agua y fuego
en las estatuas del foro, en el barro y los bronces
ocultos en el vientre de este monte vernáculo.
Ven, amigo, regresa a la altura de estas Torres
Vírgenes; hagamos que este tiempo se detenga
a la hora que el gnomón marca en la desnuda brisa
la verdad de estos mármoles blancos y abatidos.
Ven, aprisa, nos espera el vino y el aceite
para brindar por la amistad siempre, por la vida.
NOTA: Ilustramos el poema con una magnífica fotografía tomada del yacimiento de Torreparedones, comentada por José Antonio Moreno, director de las excavaciones del yacimiento:
TORREPAREDONES. Noviembre de 2011. En plena excavación del foro romano y más concretamente en la zona del pórtico norte aparecieron estas impresionantes esculturas de mármol de tamaño superior al natural, sin los pedestales que las soportaron, ni las cabezas. Una representa a un personaje masculino ataviado con la toga y la otra corresponde a una figura femenina icónica vestida con la calasis y la stola y, por encima, la palla. Consideramos que representan a Livia y Tiberio y que se tallaron en época del emperador Claudio. Estas y otras esculturas (al menos ocho) decoraban este pórtico del foro de la colonia Virtus Iulia Ituci, a modo de chalcidicum. Hoy se pueden ver copias colocadas en los que suponemos fueron sus emplazamiento originarios, mientras que las piezas originales se exponen en el Museo Histórico de Baena.