Marbella, Guadajoz, corre hacia ti
¿Le darás la Bienvenida?
Mi arroyo espera clara respuesta.
¡Sé placentero con Él!
pues se acompaña del Bailón
que desde remoto cerrajón rueda
Aunque grandilocuente fuera tu destino
porque arribas al gran río Betis,
sin Carchena y Guadalmoral
nada importante hubieras sido.
Tierras de mieses rotundas te rodean
Y a sus pechos quemados tu refrescas
cuando vides y olivos al Marbella sombrean
Yo siempre preferiré sus aguas que dan
de beber a los Angeles de la ermita
y que de rumor llenan la Fuente de Baena
y no la negrura de las aguas del Carchena.
Y tú, Guadajoz,
¿A quién das tu preferencia?
José Javier Rodríguez Alcaide.