Palabras en la entrega de la insignia del Grupo Amador de los Ríos al profesor Nitai Shinan en el Instituto Luis Carrillo de Sotomayor
UNA RUTA SOBRE LA CULTURA JUDÍA EN BAENA
FRANCISCO EXPÓSITO
Hace ya muchos años me senté también en las sillas del instituto Luis Carrillo de Sotomayor, aunque en aquel vetusto edificio que tenía su encanto y que estaba situado en un lugar privilegiado de Baena, con unos magníficos espacios que fueron envejeciendo tras mucho uso. Algunos de mis mejores recuerdos los reservo de aquellos años y de aquellos profesores, como Manuel Horcas, Alberto Rosales, Juan Naveros o Marina. En 1985, precisamente, tuvimos la oportunidad de participar en los actos para conmemorar el cuarto centenario de Carrillo de Sotomayor. Estas jornadas de historia que organiza el Instituto de Baena son una magnífica oportunidad para reconocer la organización y la importancia que ya han adquirido en estas cuatro ediciones. Como ya hizo Miguel Párraga, presidente del Grupo Amador de los Ríos, os reiteramos nuestro respaldo de la asociación.
Hoy venimos a acompañar a nuestro amigo Nitai Shinan, experto conocedor de la figura de Amador de los Ríos. Desde hace meses mantenemos una gran relación con él. Su categoría intelectual no admite dudas. Hoy le entregamos la insignia del Grupo Cultural Amador de los Ríos y el próximo 9 de marzo propondremos a la asamblea general extraordinaria su nombramiento como SOCIO DE HONOR. Si Amador, como nos ha recordado Nitai Shinan, consideraba la democracia como “un cáncer”, para nosotros siempre es fuente de salud.
Baena es cristiana, morisca y judía. El capital que encierra la historia de Baena es incalculable. Ya es hora de que Baena valorice este patrimonio intelectual. Es momento de impulsar también el atractivo judío de Baena y de sus descendientes. De sus poetas como Juan Alfonso de Baena, de aquellos judíos que fueron obligados a convertirse, de intelectuales como Amador de los Ríos o de personas como Ruiz Santaella, Justo entre las Naciones por salvar a una familia judía en la Alemania nazi, y que aún no tiene una calle en Baena que recuerde su nombre. Y no olvido la enorme complejidad de la figura de Bermúdez Cañete, germanófilo como la inmensa mayoría de la derecha española de los treinta y la posguerra, y que fue expulsado por los nazis de Berlín, entre otras cuestiones, por denunciar la persecución del pueblo judío contra el que antes había escrito.
Es momento de crear una Ruta Judía en Baena y, como descendientes también de esta cultura, de aplaudir la iniciativa de otorgar la doble nacionalidad a los descendientes de Sefarad, sin olvidar tampoco a nuestros otros ascendientes moriscos. Por cierto, a mí no me gusta el escudo de Baena.
Muchas gracias y enhorabuena por esta magnífica iniciativa y por la edición de la revista ITUCI que se presentará en los próximos meses con las ponencias de estas cuartas jornadas de historia.
FOTOGRAFÍA: En el centro, Nitai Shinan, junto a Jesús Serrano y Juan Manuel León.