MI INFANCIA EN BAENA
La palabra me la dieron en Baena,
casa blanca en arrabal de Plaza Vieja.
Cerca había olivares y granados
y olivareros que metían el aceite
en tinajones casi negros.
En San Bartolomé, incensario e incienso
Y en los ruedos un mantel de viñedos.
En puerta Córdoba oí la voz de los arrieros
y el ladrar del perro de mi vecino el cabrero
Si pesarán mi alegría no la encontrarían ligera
porque mi retrato colgado quedó en los olmos
ante mi puerta.
¡Cuando dejé Baena salí de una amalgama de estrellas!
(*) José Javier Rodríguez Alcaide es Hijo Predilecto de Baena.
NOTA: La fotografía del campanario de San Bartolomé es de Miguel Párraga.