por José Javier Rodríguez Alcaide
Poner BAENA, como marca, en el mercado es algo tan complejo que no se podrá lograr sin el acuerdo entre muchos baenenses, que presiden y dirigen instituciones y empresas. La complejidad que supone conseguir que Baena sea una marca, que añada valor también a quienes no viven en Baena ni son nacidos en nuestro pueblo, es elevada y requiere la colaboración de empresas e instituciones, radicadas en Baena. Colaborar es la forma más inteligente para competir entre pueblos y territorios. No se puede competir sin colaborar.
La forma más simple de colaborar es hacer CO-MARCA, como por ejemplo, Baena Cultura+Denominación de Origen o Denominación de Origen + Cervantes, como lo es Walt Disney + Orlando. También la de colaborar con otras ciudades para crear circuitos arqueológicos como pudiera ser Torreparedones + El Álamo pues seria un modelo creativo común y no una colisión de intereses.
La ciudad en la que sus habitantes no colaboran estará destinada a empobrecerse. La valoración de esta colaboración la harán los extraños a través de la aceptación o rechazo del nombre de Baena como marca. Colaborar se convierte en la forma normal de relacionarse entre las gentes. ABASA fue ejemplo de colaboración arriesgada que potenció la marca BAENA y que no perduró porque sus accionistas no quisieron compartir el valor que esa colaboración añadía a sus negocios específicos.
Conseguir que empresas e instituciones colaboren en pro de la marca BAENA no es tarea fácil pues expandir el credo de la colaboración, como instrumento de innovación y creación de valor requiere mucha convicción y muchísima energía de coordinación. La colaboración en mi pueblo para este propósito debería ser más natural que la competencia pero no todas las mentes están preparadas para entender las ventajas de la co – innovación. Las instituciones que en Baena ya están colaborando para crear la intangible marca tienen que invertir, sobre todo, en crear confianza. El mundo es tan complejo que ningún alcalde, presidente de cooperativa, director de colegio , empresario lo puede abordar en soledad. Sin confianza, nacida de la generosidad, no se podrá entrar en aquella complejidad.
Baena tiene muchos activos invisibles que se deben descubrir en clave de futuro. No tanto lo que el pueblo tiene sino lo que de invisible en ellos hay es lo que debe incitar a colaborar. Pero sin herramientas no se podrá descubrir la invisibilidad de esos activos pues el futuro de Baena es básicamente combinatorio. Combinación de voluntades de los baenenses para conectar personas e instrumentos en un sistema global eficiente ;es decir, recombinación de todo su capital humano.
Colaborar en la innovación mental es la forma más inteligente para competir con otros territorios en un mundo complejo y abierto.