por Teodosio Serrano Murillo
“Visiones de otro mundo” es una nueva propuesta artística de Pepe Cañete que expone en la Galería de Arte Maite Béjar de Córdoba.
La pintura se relaciona con una serie de aspectos que van de lo formal y técnico a lo conceptual expresados como propios del artista. Sólo puede ser completamente comprendida en el marco general de la cultura y el pensamiento.
Para reconocer la obra de Pepe Cañete se deben diferenciar varios niveles de reflexión en donde hay que tener en cuenta las circunstancias que la hicieron posible. De esta manera y con unas perspectiva social, en línea con una sociología del Arte, vinculamos a Pepe Cañete y su obra con la estructura sociales y culturales del entorno patrimonial cordobés, sin obviar los panoramas creativos internos y circundantes que también son necesarios plantear.
El panorama artístico actual se debate entre la herencia de los valores culturales heredados y la comunicación de los artistas en la búsqueda de nuevos caminos de la modernidad. Muestra una situación de transformación, tanto en el plano teórico como en el práctico, desde todos los aspectos de la sociedad, y nos sumerge en un criterio ambiguo difuminado entre las vanidades y la espontaneidad del individuo.
Las preguntas surgen cuando se pronuncia la palabra “arte” ¿Es arte todo lo que se expone? ¿Qué pueden aportar los nuevos creadores? ¿Se puede hacer creación desde un taller en el corazón de Córdoba? Las respuestas también se suceden: cuando surge la reflexión artística, cuando lo bello nos estimula los sentidos o la imaginación, cuando las obras nos permiten soñar, viajar en el tiempo, en el espacio, o simplemente cuando nos permite admirar lo que otros son capaces de hacer en su creatividad. Son ciertamente respuestas válidas para acercarnos a esas exposiciones en las galerías próximas.
El arte actual del siglo XXI se ha convertido potencialmente en un acto emocional que busca siempre estímulos nuevos. Si en tiempos recientes la obra artística se explicaba por sí misma, hoy se requiere algo más. La obra se explica desde la interacción de la obra, el artista y el espectador. El artista actual se sirve de todo tipo de materia, de iconos temáticos, técnicas, fusiona estilos, preceptos y reglas, y todo para crear un estilo propio.
El historiador, el crítico, el aficionado, el espectador verá la obra y planteará al artista un diálogo abierto en un código de ideas, sentimientos e identidades. Por eso la creación artística es un lenguaje, el lenguaje artístico, que el espectador debe conocer y saber interpretar, a la vez que le obliga a conocer al artista en su contexto cultural.
Pepe Cañete responde a lo dicho. Forma parte de la modernidad cordobesa, que no es poco. Quizá en su obra intuyamos los gustos imperantes de épocas pasadas, evolucionando desde el realismo y el paisajismo al modernismo, entroncando con la contemporaneidad, que le deja huellas artísticas de estilos cercanos que se reconocen, bien conectando con el impresionismo o neoimpresionismo, bien manteniendo posturas de carácter vanguardistas relacionadas con el expresionismo o con las búsquedas que le llegan de los nuevos figuratismos y realidades. Se caracteriza por aceptar todo tipo de expresiones artísticas pero a la vez por la búsqueda de la creatividad que le permita presentar un estilo propio. Todo confluye en nuestro personaje que independientemente de la época y el lugar, queda ciertamente matizado por un contexto cultural cordobés de reflexión en su casa museo sita en el casco histórico de Córdoba.
Si ya en trabajos anteriores reflexionábamos sobre la trayectoria artística de Pepe Cañete, es ahora en esta nueva propuesta cuando lo presentamos en el esplendor de su carrera. “Visiones de otro mundo” presenta una nueva iconografía con temática variada, así como una reflexión técnica y creativa a la que ya nos acostumbra el autor.
El cartel publicitario de la muestra anuncia una obra particular que a modo de síntesis o modo simbólico plantea “sus visiones” en un título sugerente. Con un marco que es parte de la obra (también algo propio del autor), usando la técnica del collage y el assemblage plantea una investigación plástica donde las formas se dislocan y los planos se abren incluyendo letras o imágenes icónicas, muy del gusto del autor y que las iremos observando a lo largo de toda la obra expuesta aludiendo tal vez a esa biografía propia, da a conocer una propuesta basada en el viaje visionado. La imagen la reconocemos. Se trata de una librería parisina metáfora cultural para imaginar “otros mundos”.
Los lugares surgen visibles o no, próximos o abiertos al exterior, fruto de la reflexión o del viaje, del viaje realizado o ensoñado. Y así surgen nuevos territorios lejanos y próximos a la vez: París, Florencia, Lisboa, las estaciones, los paisajes, las figuras… Son instantáneas, visiones recreadas, son en suma, experiencias vitales. Las técnica del trabajo vuelve a destacar. Lo matérico, el empaste, el añadido, el collage, la pincelada, el raspado estudiado enriquecen las composiciones.
Hacer un trabajo de análisis de cada cuadro de esta exposición supone replantear los temas ya tratados con anterioridad y penetrar en los nuevos significados. La escasez de espacio para una merecida reseña hará que generalicemos.
Bajo el prisma del viaje y los sitios encontrados, Pepe Cañete, se abre al mundo. No falta la reflexión intimista propia y la crítica social a ese paisaje al que se acerca o rodea. Observen el tranvía que se aproxima, con perspectiva, con color y sombras, con alambres, pero sobre todo con un fondo onírico matérico, que unifica con otras obras presentes, y que nos lanza a otros mundos.
Surge el paisaje. El paisaje que sólo existe en la propia interpretación idealizada o al menos imaginada, pero que otras veces es real, al menos reconocido. Debido a la naturaleza cultural del paisaje el inventario de ese mundo pasa por escenas de los alrededores o son fruto del viaje realizado. Vemos varios cuadros que a la manera expresionista, con juego de colores y luces, nos plantea el carácter decorativo del paisaje en sí mismo. Vemos otras figuraciones realistas camufladas por la técnica utilizada. Son cuadros en que el hecho que representa es real o está teniendo lugar. De esta manera aparecen las librerías parisinas, las visiones de paisajes arquitectónicos florentinos o el paisaje castellano. También surgen los cuadros de tránsito, con escenas donde la gente se mueve por un andén de la estación de una gran ciudad, o las instantáneas puntuales de la cotidianidad de la ciudad en composiciones coloristas atrevidas.
Y aunque su belleza compositiva puede aparecer a primera vista, si observamos y miramos con atención, a veces presenta unas fisuras matéricas en cuya reflexión se relaciona tanto el material como el objeto representado. El paisaje es una ilusión, es una proyección de nuestros sueños y nuestros deseos. La obra tiene la fuerza obvia de un sentimiento aparente que necesita el complemento de la reflexión técnica.
Y en el paisaje, la figura humana, especialmente la femenina. Una personificación del paisaje, de los sentimientos, emociones, afecciones y aversiones. Mujeres siempre enigmáticas, ensoñadoras, de belleza, de aire cotidiano, de reflexión comprometida del autor. De espaldas, de frente, con paisaje, en paisaje, facetadas, en serie. La actitud ensimismada de la figura en estrecha conexión con los episodios sucedidos en la vida privada. La compartimentación o la convivencia de imágenes enriquecerán varios títulos. Los motivos elegidos proceden de la iconografía de realizaciones anteriores aunque con novedades. Surge la modelo de raza, indígena, étnica. Una nueva mujer con líneas fuerza que permite al autor hacer una reflexión social reflejada en sus actitudes de vida cotidiana.
Con técnicas variadas y mixtas Pepe Cañete plantea un nuevo lenguaje plástico positivo, siendo posible todo gracias al trabajo mental elaborado y propuesto al espectador. Construye la figura sobre un fondo matérico propio. Sobre tabla, la tierra se funde con el aglutinante que a modo de encaústica presenta una superficie a tratar. Con superposiciones de empastes plantea el óleo. Dibujando sobre papel con tinta china presenta estudios atrevidos. No falta el color simbólico que unifica. Con técnicas mixtas inside en el grafito para extraer la imagen. Las letras se suceden en capas y contracapas que serán raspadas con incisiones lacerantes. Los añadidos o elementos insertados complementan y enriquecen a la manera de objetos encontrados. Las temáticas se abren paso, y surgen las figuras y el paisaje, que plantean unas composiciones abiertas a la interpretación o reflexión conceptual.
Cuando Pepe Cañete presenta su obra vemos, en definitiva, que es el resultado de una serie de factores que influyen en ella y en él como creador. En ella inciden y se resumen una serie de componentes individuales, intelectuales, sociales, técnicos y estilísticos que conforman definitivamente su estilo. En él, el espíritu del creador es su mejor valor. Fusiones contemporáneas para un estilo propio del baenense Pepe Cañete. En realidad, el arte tiene un vínculo con la realidad, con lo cotidiano, con su contexto histórico y patrimonial muy intenso, y en Pepe Cañete, el espectador verá o sentirá un reflejo peculiar en la manera de tratar estos temas.
La presente reseña forma parte de un estudio más amplio sobre el autor. Para conocer el artículo completo remito a la página http://pepecanetemartinez.wordpress.com/