Por José Javier Rodríguez Alcaide
A los concejales del Ayuntamiento de Baena
La obra de Paco Ariza es amor,cosmos, materia viva y no inerte.
Mayúsculas cerámicas, colofón de aceros inoxidables.
Los baenenses no debiéramos dejar que fuera hoja de otoño que el viento arrastre hasta el olvido.
Para Baena no es su vida una errata en sesión capitular del Consistorio sino luz y ocres ,azules y verde olivo,tambor diamantino.
El viento de nuestro olvido no puede borrar las huellas de su regreso a la Almedina.
No puede un pájaro agónico posarse ante el viento que haga crujir el bronce de sus olivos en el llano de Guadalupe.
No puede dejar el Ayuntamiento que su obra en Baena devenga en halo verdoso de ruina.