Los catedráticos José Calvo Poyato y Ángel Estévez analizaron en la Casa de la Cultura de Baena la obra de Miguel de Cervantes dentro del congreso ‘Palabras de luz: bardos, incas e hidalgos’ que organiza el Centro de Enseñanza del Profesorado (CEP) Priego-Montilla con motivo del cuarto centenario de la muerte del autor del Quijote, Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. Calvo Poyato definió a Cervantes como «un notario fiel de lo que ocurrió en su tiempo pese a que se ha interpretado de manera divergente y contradictoria». El historiador egabrense argumentó que «el tiempo que le tocó vivir fue apasionante», ya que fue contemporáneo de la Batalla de Lepanto, la Gran Armada de Felipe II, el traslado de la capital del reino a Valladolid, la expulsión de los moriscos o las paces con Francia e Inglaterra.
Por su parte, Ángel Estévez profundizó en los rasgos que convierten al Quijote en «la primera gran novela moderna». En este sentido, el ponente analizó una serie de «trucos» muy presentes en la obra de Cervantes como los diálogos con su tiempo, con la literatura y con su propia producción. «La compañía es la que posibilita el diálogo y da una dimensión humana a la novela», explicó Estévez, quien aseguró que Cervantes sigue muy vivo porque «seguirá siendo leído y seguirá siendo reescrito».
Tras las dos ponencias, varios alumnos y profesores del Conservatorio Elemental de Música Luis de Narváez interpretaron una serie de piezas musicales del siglo XVII. Esta cuarta sesión congregó a unos 70 profesores y directores de los centros educativos de la zona.